Si bien las últimas precipitaciones producto de la entrada en vigor del Niño aliviaron algunos cultivos, la falta hídrica se sigue haciendo sentir en algunas zonas del interior provincial. A eso se le suma el incremento de retenciones para productos de economía regional, que en el caso del algodón subieron del 0 al 15%
Javier Mikula, presidente de la Cooperativa Sáenz Peña
«Un año golpeado por el dólar, donde se han dolarizado todos los insumos, la sequía que afectó la última parte del 2023 y la inestabilidad cambiaria», así describe Javier Mikula, presidente de la Cooperativa Sáenz Peña, el escenario que ha enfrentado el cultivo del girasol y el algodón en la región.
Mikula señaló que las lluvias tardías lograron mejorar parcialmente la situación de algunos cultivos, como el girasol, pero no en su totalidad. La siembra de algodón, iniciada en septiembre con algunos chaparrones, también ha enfrentado dificultades. A pesar de las recientes lluvias, las plagas comienzan a ser una preocupación.
En cuanto a sus propios cultivos, Mikula detalló que sembró girasol en agosto, pero la diferencia entre lotes marcó la cosecha, destacando la influencia de pequeños chaparrones en la productividad. Además, mencionó que la siembra de algodón en diciembre, contará con alguna esperanza de que las lluvias se mantengan para asegurar un desarrollo adecuado. Sin embargo, el panorama se complica con la vuelta de las retenciones.
Mikula expresó su preocupación por el retorno de estas tasas, que pasaron del 0% al 15%, afectando directamente a los productores. «El campo siempre tiene que estar dispuesto a las retenciones y a tratar de poner el hombro para que esto salga adelante», afirmó el presidente de la Cooperativa Sáenz Peña.
