El emblemático templo gótico, inmortalizado por Monet, sufrió un incendio que fue rápidamente controlado. Las autoridades investigan las causas.
Un incidente alarmó a la ciudad de Rouen y a toda Francia cuando un incendio se desató en la icónica Catedral de Notre-Dame, joya arquitectónica del gótico y musa del pintor impresionista Claude Monet. El siniestro, que comenzó en la aguja del templo, generó preocupación entre los ciudadanos y las autoridades, quienes reaccionaron con prontitud para evitar daños mayores.
Los servicios de emergencia respondieron de inmediato al aviso. Se estableció un perímetro de seguridad y se procedió a la evacuación del área, permitiendo a los bomberos trabajar eficazmente. Gracias a la rápida intervención, el fuego fue controlado en poco tiempo, centrándose principalmente en los materiales plásticos utilizados en las obras de restauración que se llevaban a cabo en la aguja.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, expresó su alivio al confirmar que el interior del templo no sufrió daños significativos. El incendio, que se originó a unos 120 metros de altura, fue extinguido tras una minuciosa inspección de posibles focos remanentes. La estructura metálica de la aguja contribuyó a limitar la propagación de las llamas.
Mientras tanto, las autoridades judiciales han iniciado una investigación para esclarecer las causas del incidente, aunque las primeras hipótesis apuntan a un origen accidental. La catedral, que se encontraba en proceso de restauración desde 2016, es considerada uno de los edificios más destacados de Normandía y un símbolo del patrimonio cultural europeo.