El aumento de precios en productos básicos obliga a las familias a optar por alimentos menos nutritivos
Esta tarde el INDEC publicará la cifra de inflación de junio. Según anticipan expertos y consultoras privadas, se espera que la cifra oscile entre el 4,5% y el 5,5%, lo que representaría un leve aumento respecto al 4,2% registrado en mayo. Aunque la inflación logró estabilizarse, el golpe al poder adquisitivo se nota en los cambios de preferencias de muchas familias argentinas, que se han volcado por alimentos baratos como harinas.
Patricia Lezcano, directora del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci Chaco), advirtió en diálogo con Radio Nordeste la gravedad de la situación: "Si bien venimos observando que ha bajado de los dos dígitos, sabemos que los ingresos son totalmente insuficientes". Lezcano señala que el salario mínimo vital y móvil, que ronda los 224.000 pesos, está muy por debajo de la canasta básica alimentaria, que en mayo alcanzó los 624.000 pesos.
El impacto de la inflación se hace sentir especialmente en los productos de primera necesidad. "Nos preocupa mucho cuando hablamos de los productos esenciales y básicos de la canasta alimentaria", afirma Lezcano. Los alimentos que han experimentado mayores aumentos incluyen yogures (19,5%), caldos (15,2%) y condimentos (14,3%), según datos de consultoras privadas.
La crisis económica está obligando a las familias argentinas a modificar sus hábitos alimenticios. "Se ha dejado de consumir frutas y carne", explica Lezcano, añadiendo que "la dieta está inclinada más a todo lo que tenga que ver con harina, grasa, azúcar y en detrimento de estos productos que son necesarios para poder tener una salud nutricional como corresponde".
Esta situación tiene consecuencias alarmantes en la salud de la población, especialmente en los más jóvenes. Lezcano advierte sobre "el dato de malnutrición de niños, niñas y adolescentes" y señala que "la preeminencia se da en obesidad y sobrepeso".
El panorama se complica aún más al observar los aumentos interanuales de algunos productos básicos. La sal ha experimentado un incremento del 357%, mientras que las maquinitas de afeitar descartables y el detergente para ropa han subido un 397% y 372% respectivamente.