Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo este sábado un ataque aéreo contra objetivos militares de los rebeldes hutíes en la zona del puerto de Al Hudaydah, Yemen. Según informaron las autoridades israelíes, esta acción se realizó en respuesta a los numerosos ataques efectuados por los insurgentes contra Israel en los últimos meses.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, supervisaron personalmente la operación desde el Centro de Comando de la Fuerza Aérea. Gallant declaró que los hutíes han atacado a Israel más de 200 veces en los últimos meses y advirtió que "la sangre de los ciudadanos israelíes tiene un precio".
Por su parte, los rebeldes hutíes denunciaron una serie de bombardeos aéreos contra la ciudad portuaria de Hodeida, en el Mar Rojo. Según el canal de televisión Al Masira, portavoz de los hutíes, los ataques tuvieron como objetivo instalaciones petroleras en el puerto de la ciudad. Mohamed al Bukhaiti, miembro del politburó hutí, afirmó que Israel "pagará" por haber atacado Hodeida y amenazó con responder "a la escalada con escalada".
Este intercambio de ataques se produce después de que un dron lanzado por los hutíes alcanzara Tel Aviv el viernes, causando la muerte de una persona. Los rebeldes yemeníes reivindicaron el lanzamiento de un misil balístico y varios drones contra la ciudad israelí, aunque la mayoría fueron interceptados por las defensas aéreas.
Los hutíes, respaldados por Irán, han estado llevando a cabo ataques contra la navegación en el Mar Rojo y el Mar Arábigo, alegando que sus acciones son en respuesta a la guerra de Israel en la Franja de Gaza. Estados Unidos y el Reino Unido han realizado numerosos bombardeos contra supuestas posiciones hutíes en Yemen desde febrero pasado.
El conflicto entre Israel y los hutíes se enmarca en un contexto regional más amplio, con Irán como actor clave. Roni Kaplan, vocero del Ejército israelí, describió a los hutíes como "otro de los brazos largos de Irán alrededor de Israel", señalando que son entrenados, financiados y equipados por el régimen iraní.