El proceso de formación en el fútbol infantil va más allá de enseñar técnicas y tácticas en el campo. Es un trabajo integral que busca desarrollar habilidades tanto deportivas como personales en los niños y niñas. Rolando Ricardone, un reconocido formador de niños en el fútbol, ha dedicado su carrera a este propósito. Durante una entrevista en Noticiero 9, compartió su enfoque y experiencia en este campo.
Ricardone enfatizó la importancia de comenzar la formación a una edad temprana, recomendando que los niños inicien en el fútbol a partir de los tres años. "Creemos que es la edad entre tres, cuatro y cinco años, la etapa esponja donde los niños absorben todos los conocimientos de manera más efectiva", explicó. Esta fase es crucial, ya que los pequeños son capaces de asimilar tanto la parte cognitiva como la deportiva con mayor facilidad.
La motivación y el entusiasmo en los niños son aspectos fundamentales que Ricardone y su equipo priorizan. "No obligamos a los niños y tratamos de manejar la ansiedad de los padres, explicándoles que cada niño lleva un proceso diferente", señaló. Este enfoque individualizado permite que cada niño se desarrolle a su propio ritmo, sin comparaciones que puedan generar presión o frustración.
Ricardone también destaca la importancia de una formación integral que incluye habilidades básicas como saltar, correr y trepar, además de las técnicas específicas del fútbol. "Buscamos que los niños desarrollen amor por el deporte en general, no solo por el fútbol. Esto les permite explorar sus intereses y talentos", comentó. Este método les brinda a los niños una base sólida que les servirá en cualquier disciplina deportiva que elijan más adelante.
El paso de la formación a la competición es otro aspecto crucial en el desarrollo de los jóvenes futbolistas. Ricardone es cauteloso en este sentido, prefiriendo no apresurar a los niños hacia la competencia formal. "Prefiero evitar la frustración. Vivimos en un mundo muy competitivo, y creo que es esencial que los niños disfruten del deporte sin la presión de ganar medallas o copas", afirmó. Esta filosofía ha permitido a su escuela enviar numerosos jugadores a clubes como Centro Empleado de Comercio y Sarmiento, siempre respetando el proceso individual de cada niño.
La formación de los entrenadores también es un tema sensible para Ricardone, quien subraya la necesidad de una capacitación adecuada. "Los formadores deben estar capacitados, tener conocimientos pedagógicos y técnicos para tratar a los niños de manera correcta y evitar causarles frustraciones innecesarias", explicó. Un mensaje mal dado puede tener consecuencias duraderas, y por eso, Ricardone insiste en la importancia de una preparación formal para quienes están al frente de equipos infantiles.