El encuentro de ayer entre Argentina y Marruecos en los Juegos Olímpicos se vio empañado por invasiones de campo, revisiones del VAR tardías y acusaciones de robos, generando una situación sin precedentes en el fútbol internacional
El debut de la Selección Sub-23 de Argentina en los Juegos Olímpicos de París 2024 se convirtió en un evento sin precedentes en la historia del fútbol internacional. Lo que comenzó como un empate 2-2 contra Marruecos, terminó en un caos que incluyó invasiones de campo, una suspensión temporal del partido y una inusual revisión del VAR horas después del pitido final.
El periodista deportivo Hugo Mierez, columnista de N9 describió el incidente como "el circo más grande que vi en mi vida", señalando múltiples fallos de seguridad. Según sus reportes, la seguridad falló en al menos siete ocasiones, permitiendo que hinchas invadieran el campo tras el gol del empate argentino en el minuto 15 de adición. Esta situación forzó a los jugadores a evacuar rápidamente hacia los vestuarios.
Al terminar el partido, y luego de casi dos horas después de la suspensión inicial, se anunció que el VAR revisaría el gol del empate argentino por un posible fuera de juego. "Nunca nos hablaron de la revisión del VAR inicialmente", señaló Mierez. La posibilidad de reanudar el partido para jugar tres minutos adicionales se presentó como una solución, aunque planteó serias preguntas sobre la integridad del proceso y la seguridad de los jugadores.
Mierez también reveló que el escándalo no se limitó al partido en sí. Los jugadores de la selección argentina también habían sufrido robos en la previa del partido, lo que sugiere problemas de seguridad más amplios que afectan a la delegación argentina. Estas acusaciones añaden otra capa de complejidad a un evento ya de por sí controvertido.
En cuanto al polémico alargue de 15 minutos, el periodista estimó que se debió a que el "tiempo de juego total fue de entre 40 y 45 minutos", causados por las constantes interrupciones por parte de los fans del equipo africano. A pesar de la confusión y la posibilidad de reanudar el partido, Mierez afirmó que "los puntos no se los van a dar", sugiriendo que el resultado final del encuentro aún está por determinarse.
Este incidente sin precedentes en los Juegos Olímpicos plantea serias preguntas sobre la gestión de eventos deportivos de alto nivel, la implementación del VAR y los protocolos de seguridad. Las autoridades olímpicas y futbolísticas enfrentan ahora el desafío de abordar estas cuestiones para garantizar la integridad y seguridad de futuras competiciones.