El inicio de la semana ha sido marcado por un fuerte desplome en los mercados globales debido al temor de una recesión en Estados Unidos. Los datos recientes de desempleo en ese país han provocado una reacción en cadena que ha afectado a las bolsas de todo el mundo. La atención de los inversores está centrada en la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, mientras que los efectos se sienten con fuerza en Asia, Europa y América Latina.
El inicio de la semana ha sido marcado por un fuerte desplome en los mercados globales debido al temor de una recesión en Estados Unidos. Los datos recientes de desempleo en ese país han provocado una reacción en cadena que ha afectado a las bolsas de todo el mundo. La atención de los inversores está centrada en la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, mientras que los efectos se sienten con fuerza en Asia, Europa y América Latina.
La semana pasada, Japón aumentó su tasa de interés, lo que desató una crisis en la bolsa de Tokio. Este movimiento inesperado ha tenido un efecto dominó, afectando a los índices bursátiles de toda Asia, así como a los mercados europeos y de Wall Street. La situación es particularmente complicada para las economías emergentes, como la de Argentina, que ya enfrenta desafíos significativos.
Cristian Ocampo, contador, explicó la gravedad de la situación:
"Se está viviendo una jornada muy compleja en lo que tiene que ver con los mercados, esto arranca en una crisis en Japón con una caída en la bolsa japonesa, que está provocando un efecto sistémico a nivel global. Esto, por supuesto, replicó en Estados Unidos, está replicando en el mercado europeo, hay países que están dejando de operar, como Corea cerró sus operaciones el día de hoy, y por supuesto en Latinoamérica, afectando a todos los países, el nuestro en particular."
El aumento de la tasa de interés en Japón ha hecho que una cantidad significativa de fondos esté regresando a ese país para pagar las deudas contraídas. Esto ha llevado a una venta masiva de acciones en otros mercados, desvalorizando empresas en todo el mundo.
"Hoy usted apretando un botón está invirtiendo en la bolsa japonesa, en la bolsa taiwanesa, en la bolsa americana, en la bolsa argentina, es decir, el dinero fluye electrónicamente por todo el mundo. ¿Qué pasó? Japón inesperadamente empieza a cobrar un interés, el 0,25% anual. Es decir, parece poco, pero es un cuarto, es una cifra que al que tenía tasa cero, ahora aumentó el 100% del costo", explayó el contador.
En Argentina, el índice bursátil ha caído un 7% en el día de hoy. Para contextualizar, esto equivale a perder en un solo día tres meses de rendimiento de un plazo fijo que paga un 2% mensual. Esta caída no solo afecta a los inversores, sino que también tiene repercusiones en la economía real.
"El impacto que tienen las economías justamente de países emergentes, como es el caso de los países latinoamericanos, en particular el nuestro, que hoy por hoy vive una crisis, si se quiere todavía, política económica, o tiene una crisis no resuelta, entonces el impacto es mucho mayor e inmediato. ¿Qué está pasando? Están cayendo los activos argentinos. Y por el lado del gobierno está subiendo el riesgo país, que es un indicador muy importante a la hora de pensar volver a los mercados financieros a pedir financiamiento", agregó Ocampo.
El aumento del riesgo país y la caída en el valor de los bonos argentinos dificultan la capacidad del gobierno para refinanciar su deuda en el futuro cercano. Además, la subida del dólar presiona aún más la economía local, ya que un dólar más alto generalmente lleva a un aumento en los precios, afectando el poder adquisitivo de los trabajadores y la rentabilidad de las empresas.
"Hoy las economías están globalizadas. Argentina está muy expuesta a los fenómenos que ocurren en otros países. por su nivel de endeudamiento, por su precariedad del sistema monetario, por la debilidad del sistema monetario del Banco Central, sin dólares, entonces esto inefectivamente tiene consecuencias", porisiguió.
La semana promete ser turbulenta, con movimientos significativos en los mercados a medida que se ajustan a la nueva realidad. Se estima que 4 billones de dólares están en movimiento en este momento, y el impacto total de estos movimientos aún está por verse.
"En una semana, vamos a ver la magnitud del problema. Pero los efectos van a terminar y pueden durar años. La recuperación puede tardar años."
La incertidumbre global y la situación interna de Argentina crean un panorama desafiante para el país en los próximos meses.