El papa Francisco llegó a Papúa Nueva Guinea para continuar su gira en Asia-Pacífico, el viaje más largo en su papado, tras finalizar una visita en Indonesia donde abogó por el diálogo con el islam y otras religiones.
Francisco, de 87 años y que llegó el martes a Indonesia, ofició este jueves una misa para cerca de 60.000 fieles que llenaron el estadio Gelora Bung Karno en Yakarta, mientras que otros 40.000 siguieron la ceremonia desde pantallas en otro estadio adyacente. “No se cansen de soñar y de construir una civilización de paz”, pidió Francisco durante una homilía improvisada. “Sean constructores de esperanza. Sean constructores de paz”.
“Me siento muy afortunada en comparación con otras personas que no pueden venir o que querían venir”, expresó Vienna Frances Florensius Basol, quien asistió junto con su esposo y un grupo de unas 40 personas desde Sabah, Malasia, pero que no pudieron ingresar al estadio.
Previamente, el Papa, que va en silla de ruedas debido a problemas de movilidad, celebró un evento interreligioso con el gran imán de la mezquita Istiqlal, Nasaruddin Umar, y firmó una declaración que insta a las religiones a ayudar a resolver los conflictos y combatir la destrucción ambiental.
En Papúa Nueva Guinea, la agenda oficial comenzará el sábado con encuentros con obispos y sacerdotes del país y con niños acogidos por un colegio de secundaria dirigido por la ONG católica Cáritas.