Por el Dr. Ernesto Illiovich - MP 4385.
La andropausia es un término cada vez más reconocido en el ámbito de la salud masculina, que describe el proceso gradual de disminución de testosterona a medida que los hombres envejecen. Como médico, he notado que este fenómeno sigue siendo un tema poco hablado entre los hombres, principalmente debido a la percepción social que impide a muchos admitir vulnerabilidades. Hoy, quiero abordar este tema de manera directa para brindar claridad sobre qué es, cuándo ocurre y cómo afecta.
Se le llama andropausia, pero su nombre técnico es "hipogonadismo adquirido del hombre". A partir de los 30 años, la producción de testosterona comienza a disminuir de manera lenta pero constante. A diferencia de la menopausia en las mujeres, que es un proceso más abrupto, en los hombres esta reducción es progresiva. Alrededor del 10% de los hombres de 55 años y hasta un 30% de los mayores de 70 pueden presentar síntomas.
Los síntomas varían, pero los más comunes están relacionados con la esfera sexual: disminución del deseo sexual, dificultad para mantener erecciones y reducción en la eyaculación. Además, la baja de testosterona tiene un impacto en otros aspectos del cuerpo, como la falta de energía, concentración, problemas de sueño, y aumento de la irritabilidad. Incluso puede predisponer a condiciones como la obesidad, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
En nuestra sociedad, el hombre está condicionado a no mostrarse vulnerable. Muchos hombres sienten vergüenza al experimentar problemas sexuales o emocionales, lo cual puede agravar los síntomas. Es fundamental desmitificar la idea de que la vulnerabilidad es sinónimo de debilidad. Los hombres también envejecemos y, al igual que las mujeres, pasamos por procesos hormonales que afectan nuestra calidad de vida.
Es vital consultar a un médico clínico o generalista al sospechar de estos síntomas. Existen tratamientos, como la terapia de reemplazo de testosterona, que pueden mejorar los síntomas y la calidad de vida sin intentar convertirnos en "superhombres". El objetivo no es frenar el envejecimiento, sino abordarlo con dignidad, buscando el bienestar físico y emocional.
Aceptar que envejecemos es parte de la vida. Es tiempo de abrir el diálogo y buscar soluciones para llevar esta etapa de la mejor manera posible.