El Dr. Ernesto Iliovich, reconocido médico y columnista de Noticiero 9, destacó la importancia de aceptar los cambios que conlleva el envejecimiento, tanto en el aspecto físico como psicológico. "Nos volvemos viejos y hay que aceptar que no hay una juventud eterna", expresó el especialista, señalando que con la edad surgen diversos problemas, entre ellos, la disfunción sexual, el deterioro psicológico y psiquiátrico, la osteoporosis, y la obesidad central, muchas veces relacionadas con la disminución de la testosterona
El Dr. Iliovich también resaltó la importancia de un diagnóstico adecuado para tratar los síntomas de la baja testosterona, que incluyen no solo problemas sexuales, sino también dificultades para dormir, falta de concentración, pérdida de fuerza, obesidad y predisposición a enfermedades como la diabetes y la osteoporosis. Para estos casos, existen terapias de reemplazo de testosterona. "La idea no es hacer una terapia para que los hombres se conviertan en superhombres", aclaró Iliovich, explicando que los tratamientos buscan mejorar la calidad de vida, nivelando los niveles de testosterona sin exagerar sus efectos.
El tratamiento puede incluir parches, inyecciones, geles, comprimidos orales o incluso chips transdérmicos que liberan testosterona de forma continua. "No es para ser superhombres, sino para mejorar todos los síntomas y que la calidad de vida del hombre mejore", enfatizó el médico.
A nivel psicológico, Iliovich abordó cómo estos cambios afectan a los hombres en una sociedad donde se espera que sean fuertes y no se muestren vulnerables. "El ser humano tiene que aceptar que tiene problemas y aceptar que envejecemos", comentó, subrayando que es esencial adaptarse a los cambios naturales del cuerpo, como las arrugas, la calvicie y el aumento de peso.
Finalmente, Iliovich invitó a los hombres a no tener miedo de hablar sobre sus problemas sexuales. "Hablar de que uno tiene problemas sexuales no te hace menos hombre", sentenció, destacando la importancia de consultar a un especialista y de abrir el diálogo, tanto en consultas médicas como entre amigos.