Autoridades del partido centenario suspendió las afiliaciones a los legisladores radicales habían cambiado su voto a favor del veto presidencial de Milei. La Convención Nacional también pidió sanciones para legisladores ausentes durante la votación.
La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) decidió suspender la afiliación de cuatro diputados que, tras votar a favor de un aumento en las jubilaciones, cambiaron su postura y apoyaron el veto presidencial de Javier Milei. Los legisladores suspendidos son Mariano Campero (Tucumán), Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba) y Pablo Cervi (Neuquén), quienes incluso se sacaron una selfie con el Presidente en la Casa Rosada, lo que generó fuertes críticas dentro del partido.
La decisión de la suspensión, que será hasta que el Tribunal de Conducta resuelva una eventual expulsión, fue tomada por la mesa directiva de la Convención Nacional, liderada por Gastón Manes y Hernán Rossi, ambos referentes cercanos a Martín Lousteau. En tanto, se solicitó también sanciones para los diputados Roxana Reyes (Santa Cruz) y Gerardo Cipolini (Chaco), quienes estuvieron ausentes durante la votación clave.
El conflicto se desató luego de que el veto presidencial anulara la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que había sido impulsada por la UCR en el Congreso. La postura de los diputados sancionados fue calificada como una "grave inconducta partidaria" y un acto de "traición" por parte de las autoridades del partido, quienes enfatizaron el daño que esto generó en la credibilidad del radicalismo.
Uno de los legisladores suspendidos, Mariano Campero, expresó su rechazo a la medida y defendió su voto argumentando que fue en favor de "blindar el equilibrio fiscal del Gobierno". En redes sociales, el diputado tucumano señaló que las autoridades del partido no tienen derecho a expulsar a representantes elegidos por los ciudadanos y cuestionó duramente a Lousteau y otros dirigentes.
El debate interno en la UCR se ha intensificado, con algunos sectores del partido, especialmente desde Mendoza, mostrando su desacuerdo con las suspensiones. La situación ha generado divisiones y críticas hacia la conducción del partido, poniendo en evidencia la fragilidad interna del radicalismo frente a decisiones políticas controvertidas.
Con información de Clarín