La jueza rechazó la demanda de restitución, citando “conducta probada y riesgo para el ambiente laboral"
Un médico de planta permanente que fue despedido de un hospital público por violencia de género en el ámbito laboral ha visto rechazada su demanda de reincorporación. La doctora María Belén Güemes, jueza del tribunal administrativo, falló en contra del profesional, respaldando la decisión tomada por las autoridades sanitarias en 2022. El veredicto subraya la gravedad de las acusaciones y la importancia de mantener un ambiente laboral seguro, especialmente en áreas críticas como la terapia intensiva.
La magistrada fundamentó su decisión en la evidencia presentada, que incluía testimonios de cinco médicas y evaluaciones psicológicas. Estos elementos demostraron un patrón de comportamiento abusivo sostenido a lo largo del tiempo, caracterizado por maltrato psicológico y discriminación hacia las colegas femeninas. La jueza Güemes enfatizó que no era necesario especificar cada incidente con fecha y hora exactas, dado que la naturaleza de la violencia de género en el lugar de trabajo a menudo implica conductas repetitivas y normalizadas.
El caso pone de relieve la posición de poder que ostentaba el demandante como jefe de servicio, lo cual, según la jueza, agravaba la situación. Además, se consideraron sanciones previas impuestas al médico, incluyendo un apercibimiento y una suspensión temporal de sus funciones directivas. Estos antecedentes fueron vistos como factores agravantes que respaldaban la decisión final de exoneración.
La sentencia resaltó la importancia de proteger no sólo los derechos de las víctimas directas, sino también el interés público general. La jueza argumentó que permitir la continuidad de tal comportamiento podría afectar negativamente la atención a los pacientes y sus familiares, comprometiendo la calidad del servicio en una institución pública de salud.
