Gremios universitarios denuncian falta de diálogo con el gobierno nacional y advierten sobre el riesgo de fuga de docentes
Las universidades públicas argentinas se preparan para un paro nacional de 48 horas los días 26 y 27 de septiembre, en respuesta a lo que consideran una amenaza a la educación superior pública. La medida de fuerza, que incluye manifestaciones en todo el país, surge como reacción a los posibles recortes presupuestarios y al anuncio del gobierno de vetar la recientemente aprobada ley de financiamiento universitario.
Liza Hortt, secretaria general de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional del Nordeste (ATUN), explicó en una entrevista a Radio Nordeste los motivos de la protesta: "Ya no es un reclamo por la recomposición salarial como era hace unos meses atrás, sino que ahora es en defensa de la universidad pública". Hortt advirtió que la retención y reducción del presupuesto universitario es "una manera elegante, oculta, de sacarle cierta parte de la autonomía a las universidades".
La dirigente sindical expresó su preocupación por la falta de diálogo con las autoridades nacionales: "No tenemos diálogo con el gobierno nacional". Además, señaló que, a pesar de los esfuerzos por comunicarse con representantes provinciales y nacionales, "no hay concreciones, todos están esperando a ver qué se dice a nivel nacional, muy pocos diputados y senadores se juegan y ya nos anticipan su voto en defensa de esta ley".
Uno de los principales temores de la comunidad universitaria es el impacto que los recortes presupuestarios podrían tener en la calidad educativa y en la accesibilidad a la educación superior. Hortt advirtió sobre las posibles consecuencias: "Ante la fuga de docentes y la escasez de alumnos, nuestra fuente de trabajo, nosotros que somos no docentes, que estamos en la gestión universitaria, también se va a resentir".
La protesta busca también concientizar a la sociedad sobre la importancia de la educación pública universitaria. "Tenemos que salir a las calles a contarle a la gente lo que está pasando", afirmó Hortt, quien considera que la medida es necesaria "para que la sociedad sepa, se tome conciencia de lo que está pasando".
Los manifestantes argumentan que la educación pública universitaria ha sido históricamente un medio de ascenso social en Argentina. "El bien social que teníamos era la universidad como medio, como un canal de ascenso social a través de formarse, llegar a ser profesionales y poder vivir mejor", explicó Hortt, añadiendo que "nos están quitando el sueño de vivir mejor".
La medida de fuerza cuenta con la adhesión de universidades de todo el país, incluyendo la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y la Universidad del Chaco Austral. Los organizadores esperan que estas 48 horas de paro y movilización logren abrir canales de diálogo con el gobierno nacional y evitar lo que consideran un desfinanciamiento de la educación superior pública en Argentina.
