Tras una reunión encabezada por Mauricio Macri, el PRO no participará en la sesión clave de mañana en el Congreso, consolidando su relación con el oficialismo mientras presiona por reformas sindicales y apoyo presupuestario.
La cúpula del PRO, liderada por Mauricio Macri, se reunió en la sede del partido en Buenos Aires para definir su postura ante el inminente debate en el Congreso sobre la modificación de la Ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Esta legislación permitiría al Congreso rechazar un DNU con la aprobación de una sola cámara, en lugar de requerir el rechazo de ambas, como sucede actualmente. La decisión de la fuerza amarilla de no dar quórum mañana busca preservar su vínculo con el oficialismo y evitar tensiones en el Congreso.
El macrismo, que cuenta con 40 diputados, representa un bloque clave para la aprobación de esta ley, y su decisión de no asistir implica un alivio para el Gobierno. Sin embargo, la oposición asegura tener los votos necesarios para iniciar la sesión y continuar con el debate en el recinto. En caso de que la sesión logre quórum, el PRO se ha comprometido a votar en contra de la modificación, alineándose con los legisladores libertarios y reforzando su alianza táctica con el espacio de Javier Milei.
Además de la estrategia parlamentaria, el PRO exige que el Gobierno de Milei apoye sus pedidos en materia presupuestaria, buscando asegurar recursos para obras en sus provincias y municipios. Macri y su equipo también presionan por una reforma sindical que permita una mayor democratización y modernización de los gremios, con foco en el sector aeronáutico, un terreno históricamente conflictivo. Según fuentes del PRO, el Gobierno ha intentado evitar estas reformas para no generar tensiones con los sindicatos, situación que el macrismo ve como un pacto no declarado con sectores de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Otro punto de fricción es la postura de Macri respecto a la privatización de Aerolíneas Argentinas y la compañía Corredores Viales SA, que controla la red vial del país. Macri busca acelerar las privatizaciones y ve en la falta de avance del Gobierno una señal de dilación. El proyecto para privatizar Aerolíneas ya cuenta con el apoyo de diversos sectores, incluidos libertarios y parte de la oposición dialoguista, lo que ha llevado a Macri a redoblar la presión sobre el Gobierno.
De cara a las elecciones de 2025, el PRO busca consolidar su posición de poder en el Congreso, donde aspira a mantener un bloque relevante que le permita influir en la agenda legislativa y presionar a Milei en temas clave. Con una bancada renovada, el macrismo aspira a sostener su protagonismo político, actuando como un aliado estratégico, pero también demandante, en la relación con el oficialismo.