En diálogo con N9, Omar Ayala, presidente del Consejo, relató cómo el restaurante Pirayú fue clausurado el año pasado tras detectar grietas en su estructura. Explicó que las intervenciones no fueron suficientes para evitar el colapso.
El martes por la tarde, el restaurante Pirayú, símbolo turístico de la Isla del Cerrito, colapsó tras permanecer cerrado por casi un año debido a fallas estructurales. Según Omar Ayala, presidente del Consejo, la decisión de clausurar el espacio se tomó en 2023 cuando comenzaron a notarse grietas en el techo, poniendo en riesgo la seguridad de los visitantes. "Decidimos suspender actividades cuando vimos que la estructura estaba cediendo", expresó Ayala en una entrevista exclusiva con N9.
El Pirayú había sido restaurado e inaugurado en 2018 como parte de un proyecto provincial para revitalizar edificios históricos, invirtiendo 10 millones de pesos. Sin embargo, Ayala señaló que el edificio, construido en 1936, sufrió modificaciones que afectaron su estabilidad. "Removieron paredes internas que actuaban como soporte y esto generó una fragilidad estructural que finalmente llevó al derrumbe", explicó Ayala, subrayando la necesidad de extremar cuidados en restauraciones de este tipo.
Ante el incidente, los bomberos aseguraron el área, previniendo mayores consecuencias. Ayala destacó el impacto económico que la clausura tuvo en la región, ya que el restaurante atraía numerosos visitantes. Además, mencionó que, tras el derrumbe, se planea un relevamiento de otros edificios históricos en la isla para evitar que se repita un evento similar, poniendo así en cuestión la calidad de las intervenciones en patrimonio cultural.