La deuda argentina sigue mostrando un fuerte atractivo para inversores, impulsada por la desaceleración inflacionaria y el superávit fiscal.
El riesgo país de Argentina, indicador clave del mercado financiero elaborado por el banco JP Morgan, descendió a 772 puntos básicos, el nivel más bajo desde julio de 2019. Este descenso, que acumula una reducción de 1.136 unidades en lo que va del año, responde al optimismo creciente de los inversores hacia los activos argentinos, especialmente en el contexto de una política económica ortodoxa que ha estabilizado las expectativas de inflación y consolidado un superávit fiscal sostenido.
En Wall Street, los bonos Globales -títulos en dólares con ley extranjera- registraron una suba promedio de 1,4% en su octava jornada consecutiva de ganancias, consolidando un alza acumulada del 78,7% en lo que va de 2024. Títulos específicos como el GD29 y el GD30 lograron incrementos destacados, de 93,3% y 81,1%, respectivamente, evidenciando el fuerte interés de los inversores en activos de menor duración, los cuales ofrecen una alta rentabilidad en un contexto de mercado optimista.
La política económica de Javier Milei, centrada en la reducción del gasto público y la estabilización monetaria, ha generado un clima de "primavera financiera" en el país, reflejada no solo en el récord de las paridades de bonos sino también en las reservas internacionales del Banco Central, que superan los USD 30.000 millones tras un ciclo de compra de divisas netas que alcanzó los USD 20.000 millones. Este proceso, acompañado por una baja en la inflación -marcada por un IPC de octubre en 2,7% mensual-, fortalece las expectativas de continuidad en la tendencia de estabilización.
El S&P Merval, índice principal de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, registró un incremento del 2,2%, alcanzando un récord nominal de 2.087.647 puntos. En su equivalente en dólares, medido a través del "contado con liqui", el índice se acerca a los 1.800 puntos, una marca histórica no vista desde febrero de 2018. En un entorno de baja inflación y reformas económicas en agenda, los analistas financieros anticipan que la economía argentina podría seguir consolidando su estabilidad en el mediano plazo.