Daniel Paniagua dimitió, alegando falta de recursos económicos para sostener una defensa técnica en un proceso mediático y complejo.
En el día de ayer renunciaron los abogados que representaban tanto a Marcela Acuña como a César Sena, representando un nuevo episodio de conflicto entre el clan sena y su representación legal.
Daniel Paniagua, abogado de César, señaló a Radio Nordeste públicamente que su decisión responde a la imposibilidad de los Sena de costear su defensa, argumentando que el caso requiere una dedicación exclusiva e implica una carga procesal que supera las posibilidades económicas de la familia.
"Solo atiendo los casos en los cuales puedo cobrar por mi trabajo", afirmó Paniagua. “César quedó en estado de indefensión económica. Sus padres, al estar detenidos e inhibidos por una causa de lavado de activos, no tienen la posibilidad de disponer de bienes para solventar los costos de la defensa".
Paniagua también subrayó las dificultades que plantea este caso, calificado por él como "complejo y con muchísimas actuaciones". Según sus estimaciones, el juicio por jurado, previsto para el próximo año, requerirá al menos seis meses de dedicación exclusiva, además de un análisis detallado de las numerosas pruebas y testimonios recopilados.
"Es una causa con presión social y mediática a nivel nacional", explicó. "Va a ser un gran desafío la selección del jurado, ya que no hay persona en el país que no haya recibido información previa sobre el caso". A esta presión, se suma una "cuestión política de trasfondo" que, según el abogado, influyó en el desarrollo del proceso judicial.
El abogado no dudó en criticar algunos aspectos técnicos del caso, señalando irregularidades en las pericias realizadas y mencionando una "falta de preparación técnica" en ciertos peritos involucrados. "Hay evidencias que ni siquiera aportan nada, pero están ahí cargadas al proceso", afirmó.
Entre las situaciones controvertidas, Paniagua destacó un episodio en el que fue involucrado injustamente en una pericia sobre la firma de Cecilia Strzyzowski: "Quisieron construir una causa para dar un móvil al hecho, pero logramos desmontar esas acusaciones".
Con la renuncia de Paniagua, la defensa de César Sena queda en manos del sistema judicial, que deberá garantizarle un defensor oficial. Sin embargo, la magnitud del caso complica la tarea. "Es un trabajo que no puede hacer una sola persona. Se necesita un equipo defensivo con recursos suficientes para afrontar este desafío", concluyó.
La salida del abogado podría retrasar el desarrollo del juicio. El nuevo defensor necesitará tiempo para estudiar el voluminoso expediente y definir la estrategia técnica, mientras la presión mediática y social sigue escalando.
