Cansados de los robos, colocan fotos de ladrones en postes para advertir y protegerse ante la falta de respuesta estatal.
La inseguridad en los barrios del área metropolitana de Corrientes ha llevado a los vecinos a tomar medidas drásticas ante la falta de respuestas estatales. En el barrio Concepción, los residentes decidieron colocar fotos de presuntos ladrones en los postes de luz como advertencia y método de protección comunitaria.
Pedro, un vecino de la zona, explicó a Radio Nordeste la situación: “Nos sentimos abandonados por el Estado. Pagamos impuestos y tenemos que cumplir funciones que le corresponden, como protegernos de los delincuentes. Colocamos estas fotos como una herramienta para cuidarnos, porque sabemos quiénes son: chicos jóvenes que viven a unas pocas cuadras y que nos asedian constantemente”.
Las imágenes que los vecinos utilizan provienen de cámaras de seguridad de domicilios y porteros eléctricos. Según Pedro, los ladrones son atrapados por la policía, pero salen en pocas horas y vuelven a delinquir. “Esto es denigrante. Hemos llegado al punto de organizar guardias vecinales, usar silbatos para alertarnos y dejar de confiar en las changas que antes ayudaban a quienes querían trabajar honestamente. Ahora vemos a todos como posibles amenazas”, agregó.
La modalidad de estos delincuentes, según relata Pedro, incluye merodear por las mañanas ofreciendo productos o servicios como una fachada para observar a sus víctimas. También cometen robos en la vía pública, principalmente a mujeres, a quienes suelen arrebatarles pertenencias de valor.
El vecino hizo un fuerte llamado a las autoridades judiciales, especialmente a los fiscales, para que visiten los barrios y comprendan la realidad que viven a diario: “La policía hace lo que puede con los pocos recursos que tiene, pero el problema está en las leyes y en la puerta giratoria que permite que los delincuentes reincidan sin consecuencias. Esto está destruyendo no solo la economía de las familias, sino también su bienestar emocional”.
Los robos no se limitan a viviendas y personas, sino que también afectan a espacios públicos y educativos. “Rompen vidrios, se llevan cámaras de seguridad, atacan jardines y escuelas. Es indignante. Esto atenta contra el futuro de la sociedad”, expresó con evidente frustración.
Pedro advirtió sobre los riesgos de la justicia por mano propia, un escenario que los vecinos intentan evitar. Sin embargo, también señaló que esta medida extrema podría volverse inevitable si la situación continúa deteriorándose: “Sería una muestra evidente del abandono total por parte del Estado”.
Desde la comunidad hacen un último llamado al gobierno: “Delegamos responsabilidades a través del voto, pero hoy nos sentimos solos. Pedimos a las autoridades que cumplan con su deber y protejan a la gente trabajadora que quiere construir una sociedad mejor”.