A pesar de los avances normativos, la problemática persiste, según la concejal Soledad Villagra.
La tracción a sangre continúa siendo un tema complejo en la ciudad de Resistencia, donde la circulación de carros tirados por caballos, en su mayoría en condiciones precarias, refleja un desafío no sólo normativo, sino también social y económico. La concejal Soledad Villagra expresó a N9 su preocupación subrayando que, a pesar de los esfuerzos municipales, "cada vez hay más carros".
Villagra destacó la aprobación del Código de Tránsito y Transporte que prohíbe la tracción a sangre desde la gestión anterior, pero reconoció que "la reglamentación y la implementación quedaron inconclusas". Según sus palabras, el Ejecutivo municipal actual, junto con el gobierno provincial, ha comenzado a tomar medidas, aunque considera que "el plan de reconversión no se terminó de implementar bien".
La administración pasada de Gustavo Martínez había intentado promover la reconversión de los carreros a través del programa “Eco Torky”. La Municipalidad llegó a adquirir cientos de estos triciclos para carga que debían reemplazar a la tracción a sangre. Sin embargo, el programa tuvo poca adhesión ya que los carreros consideraron que los vehículos eran inconvenientes para las labores que realizaban, especialmente en calles de tierra y en días de lluvia.
Eco Torkys
La problemática continuó de esta manera, involucrando a cientos de familias que dependen económicamente de esta actividad. Villagra enfatizó que "no se trata solo de prohibir, sino de ofrecer alternativas viables", y sugirió que el comercio y los programas de desarrollo social deben desempeñar un papel clave en la solución.
En contraste con la experiencia en la capital chaqueña, la Municipalidad de Corrientes implementó un programa exitoso que permitió a 80 familias abandonar la tracción a sangre, reconvirtiéndose en emprendedores y liberando a 400 caballos. Estas familias adoptaron oficios como albañilería, electricidad y gastronomía, recibiendo capacitación y apoyo constante.
Mientras tanto, los caballos rescatados fueron trasladados a campos supervisados, donde reciben atención veterinaria permanente. Este enfoque integral y sostenible ha sido aplaudido como un ejemplo de gestión efectiva.
En Resistencia, Villagra sugiere la necesidad de un registro actualizado y mayor coordinación entre los niveles de gobierno. “Es un trabajo que debe realizarse en conjunto, y la oposición acompañará las iniciativas necesarias para avanzar”, afirmó.
La concejal también destacó la urgencia de un cambio cultural que permita superar esta práctica, pero sin ignorar la realidad económica de las familias involucradas. ¿Será posible implementar un modelo similar al de Corrientes en Resistencia? El tiempo y el compromiso político lo dirán.