CHACO

Abuso infantil en aumento: 'El niño necesita saber que no tiene la culpa'

29 de Noviembre, del 2024 - Salud

A pesar de los avances en la visibilización del problema, la violencia contra la infancia sigue siendo una preocupación creciente. La psiquiatra Analia Rossiani subrayó la importancia de un entorno de apoyo para que las víctimas enfrenten el trauma y recuperen su bienestar emocional. 

 

El pasado 19 de noviembre se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Abuso Infantil, una fecha que invita a reflexionar sobre un delito aberrante que afecta a niños y niñas en todo el país, y particularmente en la provincia del Chaco. 


La violencia infantil ha aumentado, y el menor nunca tiene la culpa del abuso”, afirmó la psiquiatra Analia Rossiani, especialista con más de 30 años de experiencia trabajando en casos de violencia doméstica y abuso en el ámbito del Hospital Pediátrico de Resistencia. En diálogo con N9 Central, Rossiani abordó las dificultades que persisten en la prevención y el tratamiento de este tipo de delitos.  


Según Rossiani, en las últimas tres décadas ha crecido la conciencia social sobre la necesidad de denunciar los abusos. Sin embargo, advierte que “aunque hay más denuncias, no siempre se actúa conforme a los protocolos establecidos”. La especialista destacó que la violencia sexual es solo la cúspide de un iceberg que suele incluir otras formas de maltrato intrafamiliar. “Cuando se descubre un abuso grave, es común identificar un historial de violencia previa”, explicó.  


Rossiani también señaló que los abusos intrafamiliares no se limitan al núcleo más cercano: “Las familias ampliadas o ensambladas generan escenarios en los que, muchas veces, los niños no diferencian quién es realmente parte de su círculo de confianza”.  


El rol clave de la salud y la educación


La psiquiatra subrayó la importancia de los agentes de salud y los docentes como los primeros en detectar posibles casos. “Ellos pueden salvar el sufrimiento de un niño al alertar sobre señales de abuso”, expresó. Entre los indicios más frecuentes mencionó cambios en el comportamiento, problemas de sueño o enfermedades recurrentes sin causa aparente, como dolores de cabeza o flujo genital.  


Rossiani enfatizó que, en la primera interacción con un menor que denuncia abuso, es fundamental escucharlo sin presionarlo. “Hay que acompañarlos y explicarles que no tienen la culpa. El niño suele guardar silencio por miedo o para proteger a su familia o incluso a su agresor”, explicó.  


El impacto de la educación sexual integral


La implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) ha sido clave para prevenir y detectar casos. “Cuando se dictan clases de ESI, muchas veces niños, adolescentes o incluso adultos se animan a hablar de lo que les sucedió”, afirmó Rossiani. La especialista destacó que estas instancias educativas son fundamentales para enseñar a los menores a reconocer límites y a entender que su cuerpo les pertenece.  


Un mensaje a las familias


Para Rossiani, la prevención empieza en el hogar, con el diálogo y la atención diaria hacia los niños. “No descuiden a los niños. Mírenlos, escúchenlos y háganlos sentir fuertes por haber hablado de lo que les hizo un delincuente. El abuso infantil es un delito, y el único culpable es el agresor”, concluyó.