El nuevo esquema apunta a implementar una tarifa social y equilibrar las necesidades regionales.
El gobierno de Javier Milei anunció que la eliminación total de los subsidios a las tarifas de luz y gas será postergada hasta abril de 2025. Durante este período de transición, el objetivo principal será desarrollar un esquema de tarifa social que garantice un bloque mínimo subsidiado para los usuarios más vulnerables, mientras se ajusta el costo del consumo extra al valor real de producción y distribución. Este sistema mantendrá, por ahora, la segmentación actual en las categorías N1, N2 y N3, asegurando una progresividad en la aplicación de los cambios.
El equipo de Energía también trabaja en una Revisión Tarifaria Integral (RTI) que definirá las tarifas de gas y electricidad bajo criterios de equidad, rentabilidad y cobertura de costos. Este proceso, que podría realizarse de forma gradual como en la revisión de 2017, se enfrenta a múltiples desafíos, incluida la implementación de tarifas diferenciadas por región climática, algo que ya se aplica parcialmente al gas natural pero aún no al suministro eléctrico.
Por último, el anuncio coincide con un nuevo incremento en los combustibles, lo que complica el panorama económico de los usuarios. El contexto exige una administración cuidadosa de los recursos y un diseño de tarifas que equilibre las demandas del sistema energético con la capacidad de pago de la población. Estas medidas buscan evitar un impacto abrupto en los hogares mientras se avanza, segú el Gobierno, hacia un sistema más sostenible y eficiente.