Desde quemaduras por pólvora hasta desprendimientos de retina, los festejos de fin de año pueden ocasionar lesiones irreparables.
Las fiestas de fin de año, con su tradicional uso de pirotecnia y bebidas espumantes, traen consigo riesgos importantes para la salud ocular. En diálogo con N9, la médica oculista Lorena Mancini advirtió sobre la gravedad de los traumatismos oculares que pueden provocar ceguera y daños permanentes en estructuras internas del ojo, como la córnea, el cristalino o la retina. “El trauma ocular es una de las principales causas de ceguera en la edad media de la vida, tanto en niños como en adultos”, señaló la especialista.
Entre las causas más comunes de estas lesiones se encuentran los fuegos artificiales y el impacto de corchos. Según explicó la Dra. Mancini, el contacto con pólvora puede generar quemaduras severas o incluso perforaciones en la córnea, mientras que un corchazo mal dirigido puede provocar una catarata traumática, luxación del cristalino o desprendimiento de retina. "El impacto puede ser tan fuerte que incluso daña el nervio óptico, causando ceguera inmediata", destacó.
Frente a estas situaciones, la médica subrayó la importancia de la prevención. “Al destapar una bebida espumante, siempre cubran el corcho con un repasador o una toalla para evitar que salga disparado. Y en el caso de la pirotecnia, debe ser manipulada exclusivamente por adultos, supervisando siempre a los niños”, recomendó. Mancini insistió también en evitar la automedicación: "No recurrir al parche, al colirio del botiquín o a pomadas para la piel. Eso puede agravar la lesión".
En cuanto a la acción inmediata frente a un accidente, la oculista fue clara: “Lo primero es lavar el ojo con abundante agua, colocar una gasa limpia y acudir inmediatamente a una guardia oftalmológica. No esperar al brindis, porque esto es una urgencia”, enfatizó. La demora en la consulta puede empeorar significativamente el pronóstico, y algunos casos incluso requieren cirugía inmediata para salvar la visión.
Mancini también alertó sobre los riesgos asociados a los “chasquibunes”, cañitas voladoras y otros fuegos artificiales que suelen ser manipulados por niños. “Es pólvora, y aunque para ellos sea diversión, siempre debe estar supervisado. Un accidente puede arruinar una fiesta familiar en segundos”, expresó. Por ello, promovió la idea de celebrar sin pirotecnia como una forma de cuidar no solo la salud ocular, sino también el bienestar de las mascotas y otros sectores vulnerables.
Para la especialista, prevenir estos accidentes es sencillo si se toman las medidas adecuadas. “Evitar la pirotecnia y cubrir el corcho al abrir una botella son acciones mínimas que pueden evitar grandes dolores de cabeza. La clave está en la prevención y en actuar rápido si ocurre un accidente”, concluyó Mancini en su charla con N9.