Con reservas negativas y atraso cambiario, el fin del impuesto PAIS podría abaratar las importaciones y tensar el mercado de divisas
El impuesto PAIS dejó de existir oficialmente este lunes 23 de diciembre, marcando el fin de un tributo que gravaba las transacciones en dólares desde 2019. La decisión del gobierno de Javier Milei apunta a normalizar el mercado cambiario y avanzar hacia la eliminación del cepo, un proceso que los economistas consideran crucial para estabilizar la macroeconomía. Sin embargo, el contexto de reservas negativas y atraso cambiario plantea dudas sobre los efectos de esta medida en un mercado con alta demanda potencial de divisas.
El fin del impuesto supone una rebaja significativa en el costo del dólar tarjeta, que descenderá un 30%, y un abaratamiento generalizado en importaciones y servicios contratados en el exterior. Este alivio podría estimular sectores como el turismo emisivo y la adquisición de bienes extranjeros, pero también representa un desafío para la balanza comercial. Según especialistas, un incremento en la demanda de dólares baratos podría tensar aún más la situación de las reservas del Banco Central, que se encuentran en terreno negativo por más de 2.000 millones de dólares.
Desde el ámbito económico, las opiniones están divididas. Por un lado, se destaca la eliminación del impuesto como un paso necesario hacia la normalización cambiaria y la reducción de distorsiones en el mercado. Por el otro, se advierte que abaratar importaciones y facilitar el giro de utilidades al exterior podría agravar el déficit comercial en un momento crítico. Algunos analistas, como Carolina Berardi, subrayan que el impacto en el turismo podría ser moderado debido a la competitividad del dólar financiero, pero el riesgo aumenta si la brecha cambiaria se amplía.
La apuesta del gobierno prioriza las señales de confianza para un esquema cambiario más abierto, aunque con potenciales contratiempos. Si bien los analistas coinciden en que es un paso en la dirección correcta, también insisten en la necesidad de acompañar la medida con políticas que fortalezcan las reservas y eviten desequilibrios que afecten el tipo de cambio y la inflación.