El indicador de J.P. Morgan se ubicó en 454 puntos básicos, impulsado por la confianza en la recuperación económica.
El riesgo país argentino, medido por el banco J.P. Morgan, cayó este martes 7 de enero a su nivel más bajo desde mayo de 2018, ubicándose en 454 puntos básicos. La disminución de 114 unidades respecto al cierre anterior refleja el creciente interés de los inversores en los activos locales, motivado por la proyección de una importante recuperación económica a partir de 2025. Este escenario ha sido reforzado por la llegada de capitales frescos y la adopción de políticas económicas ortodoxas desde la asunción de Javier Milei como presidente en diciembre de 2023.
El rally positivo de los bonos soberanos continúa impulsando la caída de este indicador, que ya había superado la barrera de los 600 puntos básicos apenas un día antes. La semana está marcada por el pago de cupones y amortizaciones de bonos Globales y Bonares, lo que ha generado expectativas de reinversión en estos instrumentos. Según analistas del mercado, esta dinámica podría seguir estrechando los diferenciales de tasas en los próximos días, consolidando la confianza de los inversores en los activos argentinos.
El cambio de rumbo en la política económica, con un enfoque en el ajuste fiscal y la reducción de la inflación, ha devuelto al mercado local un atractivo que no se veía en años. La percepción de estabilidad y el compromiso con reformas estructurales han permitido que el país registre indicadores positivos que contrastan con la incertidumbre de años anteriores. Así, el desplome del riesgo país se convierte en una señal alentadora para los mercados internacionales, que ahora observan a Argentina con renovado interés.