El exgobernador y su cuñado, Juan Pablo Aguilera, fueron liberados tras un polémico fallo que cuestiona la “arbitrariedad” de su detención preventiva.
El Tribunal Superior de Justicia de Entre Ríos ordenó la liberación del exgobernador Sergio Urribarri y de su cuñado, Juan Pablo Aguilera, quienes habían sido detenidos el pasado 19 de noviembre tras una resolución de la Cámara de Casación Penal. La medida fue tomada bajo el argumento de que la condena de ocho años de prisión por corrupción contra ambos aún no está firme, desestimando los riesgos de fuga alegados por la fiscalía.
La resolución del tribunal, contenida en un fallo de 42 páginas, revocó la prisión preventiva dictada por Casación al considerarla arbitraria. En su lugar, dispuso restablecer las medidas de coerción impuestas previamente por el Tribunal de Juicio y Apelaciones. Según la Justicia entrerriana, no se evidencia un peligro concreto de evasión, a pesar de los recursos y contactos internacionales que poseen los imputados, quienes habían sido alojados en el penal de Paraná tras su captura.
El caso de Urribarri, condenado por negociaciones incompatibles con la función pública, continúa generando controversia. La fiscalía había solicitado la prisión preventiva como una forma de garantizar el cumplimiento de la condena, argumentando que las posibilidades del exmandatario para abandonar el país eran amplias. Sin embargo, el TSJ consideró insuficientes esas justificaciones para mantenerlo detenido mientras el fallo no adquiera firmeza definitiva.
La situación del exgobernador sigue siendo compleja desde su primera condena en abril de 2022, ratificada por Casación en 2023. Su caso representa uno de los procesos de corrupción más resonantes de la provincia, relacionado con el uso indebido de fondos públicos en contratos de imprenta y publicidad para financiar campañas políticas.