En una emotiva entrevista, Mujica anunció que enfrenta el avance del cáncer con serenidad y gratitud hacia su vida y legado político
En un conmovedor gesto, el expresidente uruguayo José Mujica anunció públicamente que enfrenta sus últimos días. En lo que describió como su última entrevista, concedida al semanario Búsqueda, el líder de 88 años confesó que el cáncer que le fue diagnosticado en el esófago ahora se ha extendido al hígado. "Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué", afirmó con la crudeza y franqueza que lo caracterizan.
Mujica, conocido por su vida austera y sus discursos cargados de sabiduría, aseguró que no continuará con más tratamientos médicos. "Mi cuerpo no aguanta más. Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple", expresó el exmandatario, quien ya había pasado por varias intervenciones quirúrgicas y tratamientos en el último año. En diciembre le colocaron un stent en el esófago tras detectar un tumor maligno en abril.
Acompañado por su esposa y compañera de vida, Lucía Topolansky, Mujica se mostró sereno y agradecido por todo lo vivido. "Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas", afirmó emocionado. Con los ojos llenos de lágrimas, envió un mensaje de unidad y respeto a los uruguayos: "Es fácil tener respeto para los que piensan parecido, pero hay que aprender a respetar a quienes piensan distinto. Ese es el fundamento de la democracia".
En la entrevista, también se tomó un momento para elogiar los logros recientes del Frente Amplio, el movimiento político al que dedicó gran parte de su vida. "Mis compañeros lograron lo que mi generación no logró. ¡Mirá la votación que tuvieron! Nueve senadores y 36 diputados. Realmente impresionante", destacó, refiriéndose a la victoria de Yamandú Orsi, quien asumirá como presidente en marzo.
En sus palabras finales, Mujica pidió privacidad y tranquilidad. "Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo", manifestó, dejando en claro que su tiempo en el centro de la escena pública ha llegado a su fin. "El guerrero tiene derecho a su descanso", concluyó.
