Científicos argentinos demostraron que un extracto de la piel del maní inhibe al virus del dengue en estudios de laboratorio.
Investigadores del CONICET lograron demostrar que un extracto de la piel del maní tiene la capacidad de inhibir el virus del dengue en estudios in vitro. Este hallazgo, liderado por la doctora Carola Sabini, investigadora del CONICET, podría marcar un hito en el desarrollo de tratamientos contra esta enfermedad endémica en varias regiones del mundo, incluida Argentina.
“Estamos recontentos con los resultados. Con bajas concentraciones del extracto logramos inhibir completamente al virus del dengue”, explicó Sabini en comunicación con Radio Nordeste. Según detalló, el equipo se centró en el tegumento, o piel del maní, un desecho de la industria alimentaria, y descubrió que sus componentes tienen una notable actividad antiviral.
La investigación comenzó hace aproximadamente diez años. “Realizamos una búsqueda exhaustiva dentro de las leguminosas y encontramos que la piel del maní contenía componentes prometedores para combatir el dengue. Además, el maní es un cultivo muy importante en Córdoba y su piel suele ser descartada, por lo que revalorizarla nos pareció relevante”, añadió Sabini.
El equipo, que combinó enfoques de fitomedicina y virología, observó que el extracto era efectivo en distintas etapas del proceso infeccioso del virus. “Pudimos ver que, incluso cuando tratamos el virus antes de exponerlo a células, la infección no ocurría. Esto indica que el compuesto tiene una acción amplia y variada”, explicó la investigadora.
Aunque el consumo de maní con piel podría tener beneficios, Sabini aclaró que la investigación está orientada al desarrollo de fitofármacos: “Extraemos los componentes activos de la piel y los concentramos. Esto permite determinar dosis exactas para obtener los efectos deseados, algo que no se puede lograr solo comiendo maní”.
El siguiente paso en la investigación será realizar pruebas en modelos animales para evaluar la seguridad y eficacia del extracto en condiciones más cercanas a las clínicas. “Buscamos un bioterio adecuado con todas las medidas de seguridad biológica. Este es un paso esencial antes de pasar a las pruebas en humanos”, afirmó Sabini.
El dengue afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. Actualmente, no existen antivirales específicos para tratar esta enfermedad, lo que hace que este hallazgo sea especialmente relevante. “El desarrollo de un medicamento basado en la piel del maní sería una solución económica a un problema grave”, concluyó Sabini.
Con este descubrimiento, Argentina se posiciona a la vanguardia en la lucha contra el dengue, mostrando cómo la ciencia puede transformar desafíos locales en soluciones con impacto global.