Usuarios señalaron el deterioro del servicio en la Línea 2. Denuncian demoras de hasta dos horas, fallas en la aplicación SITAM y falta de mantenimiento en las unidades.
Vecinos del barrio Raota expresaron su indignación ante las demoras y el deterioro del servicio de la Línea 2. Según denuncian, las esperas oscilan entre 45 minutos y dos horas, mientras que la aplicación SITAM, que debería proporcionar información en tiempo real, presenta fallas constantes.
“Hace años venimos teniendo problemas con la Línea 2. Siempre hay que esperar una hora o más, y a la noche, después de las 22 horas, directamente no hay servicio. Además, los coches son viejísimos y se rompen seguido”, señaló Miriam, vecina del Raota. Son numerosos los usuarios que manifiestan que los incrementos en el precio del pasaje, que actualmente se ubica en $1300, no han sido acompañados por mejoras en la calidad del servicio.
"Frecuencias pintadas": la App de SITAM marca horarios que casi nunca se cumplen
Hace algunos años, el Gobierno provincial presentó el sistema SITAM como una solución para modernizar el transporte en el área metropolitana de Resistencia. Este sistema, basado en el uso de GPS, prometía brindar mayor frecuencia y permitir a los usuarios rastrear en tiempo real la ubicación de las unidades. Sin embargo, según los vecinos, la aplicación dejó de funcionar correctamente al año de su implementación.
“En la aplicación a veces marca un horario y no pasan. Se borra automáticamente. Hoy, viajé en el 2A y el chofer me dijo que solo hay dos coches funcionando. ¿Te imaginas cada cuánto pasan?”, agregó Miriam.
Amy, otra vecina, compartió su frustración: “Hace 30 años que sufrimos esta línea, pero este último mes se agravó. Antes esperábamos 45 minutos, ahora más de dos horas. La app te dice que está viniendo y es mentira, o directamente no marca nada. Así que uno se queda esperando por las dudas”.
Los vecinos también señalaron la falta de canales efectivos para reclamar. María, usuaria habitual de la línea, aseguró que “para volver tenés que esperar con mucha suerte hasta las 11 o las 12. Y cuando intentás reclamar, no sabés ni por dónde empezar”.
Ramona, otra pasajera, relató su experiencia reciente: “Ayer esperé desde las 9:40 para volver del centro a mi casa. Recién tomé el colectivo a las 11:40. Me quejé con el chofer y me dijo que él estaba en horario, que fuera a reclamar a transporte”.
La Línea 2 conecta barrios periféricos como el Raota con el centro de Resistencia, siendo una de las pocas alternativas de transporte público para los vecinos de estas zonas. Sin embargo, el deterioro del servicio y la falta de mantenimiento de las unidades generan una creciente frustración entre los usuarios, quienes exigen que las autoridades intervengan para solucionar el problema. “Estamos cansados de que nadie nos escuche. Pagamos el pasaje como corresponde, pero el servicio es pésimo. Necesitamos una solución ya”, concluyó Miriam.
Un chofer de la Línea 2, que prefirió no identificarse, explicó las razones detrás de las demoras y las dificultades para cubrir el extenso recorrido de la línea. “Cuando pusieron unidades nuevas, a nosotros nos mandaron como cuatro y entonces mandaban a circular uno nuevo y dos viejitos. Así más o menos estábamos más cubiertos. Pero hace, no sé, dos años, sacaron esas unidades porque supuestamente esta línea no es redituable. Sin embargo, cubre alrededor de 10 o más barrios”, detalló.
El conductor también comentó cómo los vecinos intentan adaptarse a la situación: “Los jóvenes o los que están en buenas condiciones caminan hasta la Línea 8, que en Carpincho Macho entra en un tramo, o se cruzan a tomar otra línea sobre la colectora. Pero los que vivimos en los barrios Legislativo, San Pablo, Raota, InSSSeP, Los Pinos, Italia y algunos asentamientos, sobre todo la gente grande o los más chicos, tienen que esperar que se dignen a mandar una unidad”.
Además, el chofer destacó las complicaciones del recorrido: “Desde el centro al barrio es terrible, porque ahí los ramales se separan y hacen dos recorridos. Si esperás en el hospital, por ejemplo, tenés que esperar que el que entró por Mitre vaya hasta el fondo, recorra todos los barrios sobre el terraplén y vuelva por el costado del hospital. Imagínate si tienen tres unidades nomás, es de terror ese recorrido”.
Los horarios más críticos son durante el mediodía y la noche, cuando muchos trabajadores van o vuelven de sus trabajos. Mientras tanto, los usuarios continúan enfrentándose a largas esperas bajo el calor y al descontento por un servicio que consideran insuficiente y en declive.