Matías Luques denunció el robo de su arma de legítimo usuario y criticó la falta de respuestas de la policía. "Es un peligro que esté en manos de delincuentes", expresó.
Matías Luques, un trabajador que combina su labor como moto Uber y seguridad en eventos, vive con preocupación tras sufrir dos robos consecutivos en su domicilio. Uno de ellos resultó en la sustracción de su pistola 9mm, de legítimo usuario. A pesar de haber realizado la denuncia correspondiente, afirma no haber recibido respuestas concretas por parte de la policía.
El primer robo ocurrió el 28 de noviembre en su vivienda, un pequeño rancho que construyó en un terreno recientemente adjudicado. "Ese día estaba en mi casa. Cuando me doy cuenta, el ladrón ya había tomado el arma y me apuntó en la cara. Lo dejé ir para evitar que pasara algo peor", relató a N9.
Además de su pistola, los delincuentes se llevaron un celular que utilizaba para trabajar y otros objetos de valor sentimental y práctico, como un ventilador y equipos de mate y tereré. "Todo eso me cuesta, porque soy un tipo que trabaja día a día", señaló.
El arma sustraída, una pistola Bersa, estaba registrada legalmente y contaba con la documentación en regla. "Tengo portación por siete años, todo está al día. Después del robo hice la baja correspondiente, pero mi miedo es que ahora esté en manos de delincuentes y puedan usarla para robar o, peor aún, para matar a alguien", advirtió.
Luques lamentó la falta de avances en la investigación policial: "Ya fui tres veces a preguntar y siempre me dicen que está en etapa de investigación. No me interesa tanto recuperar las otras cosas, pero el arma sí, porque puede hacerle daño a otra persona", expresó.
El temor principal de este trabajador es la posibilidad de que su arma, ahora en el circuito delictivo, sea utilizada para cometer crímenes graves. "Mi mayor preocupación es que maten a alguien y cargar con esa culpa, aunque yo haya hecho todo lo que debía", concluyó.