Una joven de 13 años perdió la vida luego de perder el control de una moto prestada. La tragedia reabre el debate sobre la responsabilidad de los adultos en un contexto donde muchos menores son protagonistas de siniestros viales.
Una adolescente de 13 años falleció el día de ayer en un trágico accidente de tránsito ocurrido en La Escondida. Según el relato del director del Hospital Pediátrico Avelino Castelán, Dr. Hugo Ramos, la joven ingresó a la institución con graves politraumatismos tras perder el control de la motocicleta que conducía.
El siniestro se produjo cuando la menor, quien manejaba una moto prestada, mordió el cordón de la calzada, perdió la estabilidad y salió despedida alrededor de 30 metros. “Es un caso lamentable. El desplazamiento de la víctima indica que la velocidad tuvo un rol importante”, explicó el Dr. Ramos.
La menor ingresó al hospital a las 19:30 y fue derivada de inmediato a terapia intensiva. Tras una serie de estudios, se constató un politraumatismo severo que incluyó traumatismo craneoencefálico grave, neumotórax bilateral y lesiones abdominales con hematomas en el hígado. A pesar de los esfuerzos médicos, el deceso de la adolescente fue confirmado a las 21:45.
El Dr. Ramos señaló a Radio Nordeste la gravedad de estos casos: “Cada 10 accidentes de moto que atendemos, 7 involucran menores transportados. No siempre terminan en fallecimientos, pero suelen dejar secuelas graves que requieren largos periodos de internación y múltiples cirugías”.
En un análisis más amplio, el médico reflexionó sobre la costumbre de permitir que adolescentes y niños conduzcan motocicletas, especialmente en el interior de la provincia. “Esto está tan naturalizado que muchas veces ocurre frente a los agentes de tránsito sin ninguna intervención. En pueblos como La Escondida, regalar una moto a los 15 años es algo común”, comentó.
Además, enfatizó la responsabilidad de los adultos en estos incidentes: “Es fundamental que los padres entiendan los riesgos que implica darles una moto a sus hijos, porque para ellos, esto es un arma de doble filo. No miden las consecuencias”.
Por otra parte, el médico destacó que, en medio de la tragedia, la familia de la joven decidió donar sus córneas. “Este gesto de desprendimiento muestra una fortaleza admirable y es un ejemplo de solidaridad en el peor momento”, destacó Ramos.
El director del hospital llamó a la reflexión colectiva para prevenir este tipo de tragedias: “No necesitamos inventar nada nuevo, sino cumplir con las normativas existentes. Desde el uso obligatorio del casco hasta la educación vial en las familias, todos debemos asumir nuestra parte para evitar que estos accidentes sigan ocurriendo”.