Las llamas afectan zonas pobladas y destruyeron viviendas, cultivos y ganado. El gobierno provincial sostiene que el incendio fue provocado y hay una investigación en curso.
Desde hace cinco días, los incendios forestales en El Bolsón, Río Negro, arrasan con todo a su paso. El fuego ya consumió más de 8.000 hectáreas, destruyó un centenar de viviendas y obligó a evacuar a centenares de personas. Además, se reportó la muerte de un hombre que residía en la zona afectada. La situación mantiene en alerta a las autoridades y pobladores, mientras brigadistas continúan combatiendo las llamas en un contexto de condiciones climáticas adversas, con altas temperaturas, baja humedad y fuertes vientos.
El gobierno provincial insiste en que el fuego fue provocado y asegura que se halló material de propagación en la zona de origen del incendio. “En este caso, el incendio ocurrió en una zona muy poblada, con muchos vecinos y distintos tipos de construcciones”, explicó Carlos Banacloy, ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro. Ante la magnitud de los daños, se dispuso un operativo de emergencia para asistir a los damnificados, muchos de los cuales perdieron todas sus pertenencias y documentos personales.
La intensidad del fuego se vio favorecida por una combinación de factores climáticos extremos: temperaturas récord, vientos de hasta 80 kilómetros por hora y escasas precipitaciones. “Esto generó una corrida de nueve kilómetros en cinco horas y múltiples focos secundarios”, detalló Banacloy. Los brigadistas llevan 96 horas ininterrumpidas de trabajo, priorizando la protección de vidas humanas y bienes materiales. En paralelo, el Ministerio de Seguridad y la fiscalía avanzan en la investigación judicial para determinar responsabilidades.
Ariel Dattoli, brigadista de Bariloche, describió la compleja tarea que enfrentan en el terreno: “El incendio sigue activo en todo su perímetro y se expande. La Patagonia tiene condiciones muy propicias para los incendios: altas temperaturas, baja humedad y poca lluvia”. En la provincia vecina de Chubut, otro incendio en Río Pico, que ya consumió 4.000 hectáreas de bosque nativo, refuerza la preocupación por la temporada de incendios en la región.
La falta de recursos y el deterioro del Servicio Nacional de Manejo del Fuego agravan el panorama. Daniel Catalán, brigadista de Chubut, denunció la precarización laboral y la falta de apoyo del Gobierno nacional: “Muchos compañeros han quedado sin trabajo y otros no tienen estabilidad laboral”. Además, advirtió que, a pesar de los riesgos que enfrentan en cada temporada, los brigadistas deben reclamar año tras año por mejoras salariales y condiciones de trabajo.
El presidente Javier Milei no se pronunció sobre la emergencia en El Bolsón, pero los combatientes del fuego ya advierten sobre los efectos del ajuste en el sector. “Siempre es lo mismo: cuando hay incendios somos héroes, pero después nos meten en el freezer”, resumió Catalán. Mientras tanto, las llamas siguen avanzando y la Patagonia continúa en emergencia.
