La familia de Carlos Antonio Castaño encontró un alivio parcial tras la captura de Corcho Domínguez, acusado de asesinar brutalmente a su padre. Sin embargo, el dolor persiste y el proceso judicial que ahora enfrentan representa un nuevo desafío
La noticia de la detención del único sospechoso por el asesinato del cerrajero Carlos Antonio Castaño llegó esta mañana como un fuerte impacto para los hijos del cerrajero, a siete días del brutal asesinato. "Voy a poder descansar un poco mejor, pero la tranquilidad de no tener a mi padre nadie me la va a devolver", expresó a N9 Matías Castaño. "Quiero que se haga justicia por mi papá y para que estos casos no vuelvan a suceder". Según informó, Domínguez fue capturado en el peaje del Puente General Belgrano mientras aparentemente intentaba huir hacia Corrientes. "No sé si quería cruzar o no, la verdad ya no me interesa", agregó.
Por su parte, María Eugenia Castaño describió el doloroso contraste entre el pasado reciente y el presente. "El fin de semana pasado estábamos comiendo un asado en familia, y ahora estamos limpiando su sangre", relató con angustia. "Era impresionante, la sangre estaba por todos lados". También compartió cómo se enteraron de la detención: "Me llamó el señor Romero, conocido de mi papá, y nos dio la noticia. Nos abrazamos con mi hermano, pero mi papá no va a volver".
La brutalidad del crimen sigue generando indignación. "Mi papá no tenía heridas en el frente, todo fue a traición y sufrió por horas", denunció María Eugenia. "Las heridas de hacha en su espalda ya estaban coaguladas cuando lo llevamos en la cajuela de la policía. Sufrió por horas".
Ahora, la familia enfrenta un nuevo desafío: el proceso judicial. "Tenemos que seguir trabajando y produciendo para pagarle a un abogado, porque lamentablemente en este país el mundo está al revés: al que labura y hace las cosas bien no le va bien", lamentó María Eugenia.
La captura del presunto asesino representa un paso importante, pero para la familia Castaño la lucha no ha terminado. "Que la justicia tenga la misma piedad que tuvo él con mi papá", concluyó María Eugenia, exigiendo que el responsable pague por su crimen.
