ECONOMÍA

Un alivio en los precios, pero aún falta para la recuperación

14 de Febrero, del 2025 - Economía

La caída de la inflación es un logro, pero la falta de consumo y empleo sigue preocupando a los sectores productivos.

 

LA INFLACIÓN DE ENERO FUE DE 2,2%

El dato de inflación de enero trajo consigo la confirmación de una tendencia que se viene consolidando en los últimos meses: la desaceleración del aumento de precios. Con un 2,2% a nivel nacional y un 2,5% en la región del NEA, es innegable que el proceso de desinflación sigue su curso. Pero, ¿es suficiente para hablar de una recuperación económica real?  


Si bien es alentador ver que la inflación interanual cayó al 84,5% a nivel nacional y al 74,8% en el NEA, el desafío sigue siendo el mismo: transformar esta estabilidad de precios en una mejora palpable del poder adquisitivo y del consumo. La caída de la inflación no implica automáticamente una reactivación económica. Para eso, es necesario que los salarios comiencen a recomponerse y que el empleo, particularmente el privado, muestre signos de recuperación.  


Analizando los datos del mes, es evidente que ciertos sectores siguen presionando el índice de precios. Restaurantes y hoteles encabezaron las subas con un 5,4% en el NEA, impulsados por la temporada turística. El rubro de vivienda y servicios públicos también tuvo un fuerte incremento (5,1%), principalmente por el aumento en los alquileres, lo que sigue siendo un dolor de cabeza para miles de familias. En el otro extremo, la vestimenta prácticamente no tuvo variaciones, lo que sugiere que la caída en el consumo está obligando a los comerciantes a moderar los aumentos.  


Otro aspecto interesante es la disparidad entre provincias. Mientras que en Neuquén la inflación de enero alcanzó el 3,5%, en Mendoza fue apenas del 1%. En Chaco, la inflación fue del 2,2%, en línea con la media nacional. Esta variabilidad refleja que el comportamiento de los precios sigue dependiendo de factores locales, como la presión de los servicios públicos o la dinámica del consumo en cada región.  


El sendero de la desinflación es claro y, sin dudas, es un paso en la dirección correcta. Sin embargo, la economía real aún espera señales concretas de reactivación. La estabilidad de precios es una condición necesaria, pero no suficiente, para que la mejora llegue a los bolsillos de los ciudadanos. Sin una recomposición de ingresos y una recuperación sostenida del empleo, la reducción de la inflación seguirá siendo un dato positivo en las estadísticas, pero distante de la realidad cotidiana de millones de argentinos.