CRIPTO GATE

El S&P Merval repuntó casi un 7% tras el desplome, pero los ADRs siguen en rojo

18 de Febrero, del 2025 - LEGISLATIVAS 2025

Los efectos del "cripto-gate" golpean la confianza del mercado y complican el panorama financiero

 

El mercado financiero argentino vivió una jornada de contrastes luego del impacto del escándalo en torno a la criptomoneda $LIBRA. Mientras el S&P Merval rebotó un 6,3% tras las fuertes pérdidas del lunes, los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Wall Street profundizaron su caída, con retrocesos de hasta 4,8%. La reapertura de los mercados estadounidenses, tras el feriado del Día del Presidente, reflejó con mayor crudeza la desconfianza generada por el episodio, que afectó la imagen del gobierno y sumó presión a un escenario económico ya de por sí volátil.  


En la bolsa porteña, el índice de referencia recuperó gran parte del terreno perdido, impulsado por subas en empresas como Edenor, Grupo Financiero Galicia y Loma Negra. Sin embargo, el panorama en Wall Street fue más adverso, con caídas pronunciadas en acciones de bancos y empresas energéticas. El desempeño negativo de los ADRs sugiere que la reacción del mercado internacional a la polémica aún no se estabiliza, en un contexto donde los inversores evalúan los riesgos asociados a la gestión económica del gobierno.  


Los bonos nominados en dólares también mostraron signos de recuperación, con alzas moderadas en los títulos soberanos más representativos. No obstante, el riesgo país subió 24 puntos hasta los 699 puntos básicos, reflejando la persistente incertidumbre. Analistas del sector consideran que la única vía para restaurar la confianza es acelerar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, aunque desde el Ministerio de Economía aseguraron que las negociaciones con el organismo no se verán afectadas por la controversia.  


El impacto de la crisis no solo se mide en números, sino también en términos políticos. La pérdida de credibilidad de la administración de Javier Milei se percibe como un obstáculo para sostener el respaldo de los mercados, que hasta hace poco respondían con optimismo a sus planes de ajuste y desregulación. Con las elecciones legislativas de 2025 en el horizonte, la reacción del electorado frente a estos episodios podría convertirse en un nuevo factor de inestabilidad, sumando más incertidumbre a un escenario económico y financiero que ya enfrenta desafíos estructurales.