El Ejecutivo autorizó por DNU un nuevo Extended Fund Facility que posterga pagos por cuatro años y medio. El Tesoro usará los dólares recibidos para reducir su exposición con el Banco Central.
El Ejecutivo argentino avanzó en la consolidación de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo esquema se extenderá hasta 2035. La estructura del acuerdo incluye la renovación de vencimientos por USD 13.000 millones hasta 2029 y un período de gracia de cuatro años y medio en el que no se realizarán pagos al organismo. Esta estrategia apunta a aliviar la carga financiera inmediata y otorgar mayor estabilidad a la economía nacional.
El pacto, autorizado mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), será remitido al Congreso para su evaluación. El Gobierno fundamentó la medida en la necesidad de eliminar restricciones cambiarias que afectan la inversión a largo plazo y dificultan el crecimiento económico. Además, argumentó que la acumulación de reservas es esencial para reducir el riesgo país y facilitar la reinserción de Argentina en los mercados internacionales.
Si bien el decreto no especifica el monto total del nuevo acuerdo, se prevé que incluirá una combinación de financiamiento adicional y renovación de pagos. Estimaciones privadas sugieren que el programa podría alcanzar los USD 20.000 millones, de los cuales USD 12.000 millones corresponderían a reestructuración de vencimientos y USD 8.000 millones a nuevos desembolsos. Parte de estos fondos será utilizada para recomprar Letras Intransferibles en poder del Banco Central, con el objetivo de reducir la deuda consolidada.
El esquema aprobado también establece que las Letras Intransferibles se cancelarán en orden cronológico, comenzando con la primera emisión que vence en junio de 2024. Aunque existen compromisos menores en 2026 y 2027, los pagos más significativos llegarán entre 2029 y 2033, con montos anuales que podrían superar los USD 12.000 millones. Aún no se ha definido cuántas de estas emisiones podrán ser canceladas con los fondos provenientes del FMI.
Por último, el decreto establece que los dólares recibidos no podrán destinarse a intervenciones en el mercado cambiario. En su lugar, deberán ser utilizados exclusivamente para reducir deudas del Tesoro con el Banco Central y con el propio FMI. El memorando de políticas económicas que acompañará el acuerdo determinará con mayor precisión los alcances de estas disposiciones y el margen de maniobra del Gobierno en el manejo de los nuevos recursos.