Arrepentido, el enamorado, le dejó un pasacalles a Caro. Con una romántica declaración, le confesó que no puede vivir sin ella y le pidió retomar la relación.

Sorpresa para la ciudad de Sáenz Peña fue encontrar un curioso pasacalles con un pedido muy particular. Un enamorado le pide a Caro una segunda oportunidad.
«Necesito el aire para respirar, el corazón para vivir, pero más necesito quien me lo haga latir. Te quiero. Perdoname Caro», dice el pasacalles.
¿Debería perdonarlo?

