En cuanto sea una certeza la confirmación de que La Niña termine cerca de febrero, se notará el cambio evidente y se normalizará la temperatura de las aguas del Pacífico, con lo cual también se mejorará el abastecimiento de humedad desde ese océano, que de algún modo es el mayor aportante de humedad sobre la cuenca del Paraná.
NOTA: HUGO ROHRMANN – INGENIERO HÍDRICO.