El denso humo procedente de los incendios de Canadá, sumado al intenso olor a quemado, ha oscurecido este martes y este miércoles Nueva York y buena parte del noreste de Estados Unidos. La visibilidad en la Gran Manzana se redujo casi por completo, mientras el cielo adquiría una coloración amarillenta, propia de las tormentas de arena de otras latitudes.
Varios estados han emitido alertas por mala calidad del aire, que se puede prolongar durante días. Mientras las redes sociales se llenan de instantáneas de Nueva York y otras ciudades encapotadas bajo el humo.
Los efectos de los cientos de fuegos activos que arrasan las provincias del oeste de Canadá hasta Quebec podían notarse en puntos tan lejanos como la Ciudad de Nueva York y en Nueva Inglaterra, ocultando el perfil de las ciudades e irritando gargantas.
Las autoridades estadounidenses emitieron alertas sobre la calidad del aire. En la región de los Grandes Lagos, desde Cleveland a Buffalo, había neblina y humo procedentes de los incendios forestales.
