En las próximas semanas el valor de la carne, que últimamente venía retrasada respecto a otros alimentos, pegará muy probablemente un salto en los precios, que afectará aún más al bolsillo de los argentinos, advierten desde el sector.
Julio Augusto, de un reconocido frigorífico de la ciudad de Resistencia, comentó a N9 que el incremento era inevitable debido al retraso en el precio de la invernada y al aumento del costo del maíz para los productores. «Era lógico que la carne iba a aumentar», señala.
La suba afectará a todo el sector, pero Julio destaca que es necesario para que los productores y comerciantes puedan mantenerse a flote y, al mismo tiempo, garantizar que los trabajadores puedan alcanzar sus necesidades básicas. «La carne sigue siendo barata», afirma, aludiendo a precios razonables en cortes como la costilla, que se vende a 1.600 pesos por manta en su establecimiento.
A pesar de esta subida, Julio hace hincapié en la importancia de apoyar a las producciones locales en la provincia chaqueña, donde los costos se reducen y se fomenta el crecimiento económico local. «Apuesto al compre chaqueño, la carne nuestra que tenemos en todas nuestras sucursales, son absolutamente chaqueñas, no compramos carne de pescado», recalca.
El aumento de la carne puede generar preocupación entre los consumidores, pero asegura que la gente seguirá comprando carne debido a su asequibilidad. Sin embargo, destaca la necesidad de reducir impuestos para aliviar la carga económica que enfrentan los comerciantes y así mantener empleos dignos para sus trabajadores. «Nos cuesta mucho el tema impositivo, manejar todo tipo de carga social y todas esas cosas», admite.
En cuanto a los precios de los cortes más consumidos, Julio menciona que la costilla se ubicará en 1.600 pesos y la carne molida en 800 pesos por kilo, precios accesibles para los consumidores que buscan una opción económica y de calidad. Aconseja a los compradores que comparen precios y calidad entre diferentes establecimientos para obtener el mejor producto.
