El incremento sostenido del precio del ganado en pie está generando preocupación en las carnicerías a lo largo y ancho del país, y se estima que este aumento repercutirá directamente en el precio de la carne al consumidor, con un estimativo del 35% para las próximas semanas.
Según Juan Domingo Vega, un carnicero local, «El más pudiente seguirá comiendo asado, pero hay una realidad, muy pocos pueden comer asado». Los aumentos mensuales han sido constantes a lo largo de los últimos meses, con un 20% ya implementado, y se espera que alcance el 30% final.
Los carniceros locales se ven presionados por los crecientes costos de la hacienda y la subida en los precios de los alimentos para el ganado. Aunque algunos aún están absorbiendo parte de estos aumentos, otros prevén trasladar el incremento de precios a los consumidores.
Sin embargo, la incertidumbre reina, ya que no se conoce cuál será el precio definitivo. Como menciona el carnicero consultado por N9, «cada vez que uno va a comprar a la tienda, los precios son más altos y eso nos dificulta saber cuál será el valor final para nuestros clientes».
El impacto de los aumentos en el consumo de carne ya se hace notar. Durante los primeros días del mes, cuentan los comerciantes, cuando la gente cobra, las ventas no parecen verse afectadas; sin embargo, hacia mediados de mes, las ventas disminuyen considerablemente. El formato de compra también ha cambiado, antes predominaba la compra por kilo, pero ahora se nota un cambio hacia la compra por monto de dinero, lo que indica que los clientes están ajustando su consumo y comprando en menor cantidad.
