A finales de enero la plataforma Street Art Cities elegirá el “mural del año”. Entre las obras seleccionadas se encuentran dos murales de un artista argentino: Martín Ron.
En este contexto en Radio Nordeste tuvimos una entrevista exclusiva con el muralista Martín Ron, creador de la torre de Agua de Miramar y el retrato de Messi en Buenos Aires, murales que están seleccionadas entre las mejores 50 obras del mundo.
En diálogo con el equipo radial de Supertarde, el artista compartió detalles de su apasionante mundo mientras se encontraba en plena acción, pintando un mural en el centro porteño. Desde su ubicación en Callao y Córdoba, en un quinto piso, nos sumergió en su experiencia única del arte callejero.
El retrato de Lionel Messi pintado por Martín Ron en el barrio porteño de San Cristóbal compite entre los 50 mejores murales de todo el mundo.
Con una carrera de dos décadas en el arte callejero, Martín explicó cómo se adentró en este universo. «Empecé hace 20 años a pintar con la única motivación de generar una sorpresa en la calle a toda la gente que camine y descubra una obra», reveló. En sus inicios, sin redes sociales ni reconocimiento masivo, buscaba simplemente impactar a los transeúntes.
«Un artista muralista tiene la ambición propia de un deportista, de ir superando metas y técnica.»
A lo largo del tiempo, Martín se convirtió en un muralista reconocido y admirado por sus creaciones, y a su vez especializado en el hiperrealismo, un estilo que refleja la mirada fotográfica en la pintura. Al describir su técnica, compartió: «Es un universo infinito en cuanto a obsesión y uno, si tiene tiempo, se puede quedar hasta con un pincelito fino en un edificio haciendo pestañita por pestañita».
El artista, a sus 42 años, ha llevado su talento más allá de las fronteras locales. Dos de sus obras compiten a nivel mundial: el mural en el Tanque de Miramar y el homenaje a Lionel Messi, pintado a un año de la conquista de la tercera copa mundial. Ambas creaciones buscan el reconocimiento en la plataforma Street Art Cities.
«Soy muy charleta, así que puedo hablar y pintar a la vez, no hay problema.»
Sobre su relación con las paredes, Martín expresó: «Hay paredes que merecen ser pintadas. Por lo general, son paredes destruidas, que están abandonadas, que no aportan nada al barrio. Entonces, ya con un solo gesto de color, tres pinceladas, ya cambia completamente el entorno».
La Torre de Agua de la ciudad costera de Miramar, de 35 metros de altura, luce un mural realizado por Martín Ron.
«Al principio, la parte más romántica, más linda, era salir a buscar las paredes. Es todo lo que eso implica, embarcarse en esa aventura de recorrer la ciudad.»
La entrevista también tocó temas como la conexión con el dueño de la pared y el proceso creativo. Martín reveló que busca la pared antes que el diseño, ya que las características del entorno influyen en la composición de la obra. También destacó la importancia de contar historias a través de sus murales y cómo estas merecen ser inmortalizadas. En este punto agregó: «Siempre salía a pintar a la calle a ver qué pasaba, buscando la adrenalina de estar en contacto con la gente.»
Llegando al final de la entrevista, Martín agradeció la oportunidad de darle voz a los artistas urbanos y destacó la importancia de humanizar el arte en la ciudad. Con un mensaje de inspiración para los jóvenes artistas, concluyó la entrevista, dejando ver la pasión que impulsa su arte y la búsqueda constante de superación. “Con el tiempo igual fui mejorando el miedo a la altura. Pero nada, es un miedo que me acompaña y está bueno porque me genera un poquito de adrenalina. Es un deporte extremo con un proceso de pintura que deja un resultado por años en una pared. Así que está bueno, lo veo muy interesante”, cerró.
