Crece la modalidad de robo de billeteras virtuales en el Chaco, un método de pago que se ha popularizado en los últimos años y que, a pesar de las numerosas medidas de seguridad, ofrece algunas vulnerabilidades.
Aproximadamente 700 millones de pesos son las pérdidas anuales por este tipo de delitos, que viene en aumento, según comenta el subcomisario Carlos Barreto, jefe de la División de Delitos Tecnológicos. Solo en la Provincia del Chaco se reciben entre 4 o 5 denuncias por día por robo de billeteras virtuales.
El jefe de la División de Delitos Tecnológicos hace, no obstante, hincapié en el hecho de que “el eslabón más débil es el ser humano”. Y es que el robo de billeteras virtuales o los fraudes con tarjeta de débito y crédito rara vez emplean mecanismos sofisticados como el hackeo o la ruptura de código para acceder a las cuentas. El mayor factor recae en el descuido de parte de los usuarios.
Un ejemplo, según explica Barreto, es no aplicar todas las medidas de seguridad que las aplicaciones ofrecen a la hora de su instalación. Por impaciencia o por descuido, se suele omitir la mayor parte de las instrucciones a la hora de instalar una app apretando “siguiente”, sin detenerse a verificar los detalles, muchos de los cuales hacen a medidas de seguridad.
Los celulares modernos y las apps cuentan hoy con numerosos métodos de verificación, como patrones, pin, iris, huella digital, reconocimiento facial, etc. También es importante dotar a los chips de código “puk” en caso de robo o extravío del celular. En estos casos, los delincuentes, como cuenta el comisario Barreto, suelen sacar el chip de los teléfonos sustraídos para colocarlos en otro dispositivo desde el cual intentan bajar las billeteras virtuales.
Otro caso a tener en cuenta es el robo de información a través de ingeniería social y “fishing”. La primera aparece principalmente mediante llamados telefónicos, donde los estafadores fingen ser operadores bancarios y solicitan datos sensibles a los clientes, como las claves o números de tarjetas de crédito. El fishing, por otra parte, se realiza principalmente a través de correo electrónico. Consiste en engañar al usuario con distintos avisos falsos para que entreguen sus datos.
Barreto remarca que “ningún operador de banco te va a pedir datos personales o claves, y ningún banco te va a pedir que actualices tu tarjeta mediante correo electrónico”.
Para evitar, finalmente, estas modalidades de estafa, es importante tomarse un tiempo de más para asegurarnos de contar con todas las medidas de seguridad en caso de perder nuestros dispositivos, y no entregar jamás datos sensibles como claves.
