Los cúmulos de basura se multiplican en la ciudad generando focos de infección e incendios.
La situación de la gestión de residuos en La Habana fue recogida en el Informe «La Habana, capital de desechos» del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC). Según este estudio, la ciudad acumula diariamente más de 7,600 m3 de basura, equivalente a tres piscinas olímpicas, de las cuales solo se recoge el 68%, dejando el resto en las calles y generando focos de infección e incendios urbanos debido a la producción de gas metano.
El informe detalla que la basura no recogida contribuye a la proliferación de enfermedades transmitidas por roedores, mosquitos y otros insectos, representando un grave riesgo para la salud pública. Además, solo se recicla el 40% de los residuos, lo que agrava la situación ambiental y sanitaria de la ciudad.
El OCAC atribuye esta crisis a la incapacidad del gobierno para establecer mecanismos eficientes de gestión de residuos, así como a la falta de inversión extranjera en el sector. A pesar de intentos anteriores de mejorar la situación, como la donación de 10 millones de dólares por parte de Japón, la situación sigue empeorando, con más de 200 equipos de recolección de basura paralizados.
La acumulación de basura no solo tiene efectos negativos en el medio ambiente y la salud pública, sino que también afecta el bienestar social y económico de la población, al aumentar el riesgo de incendios urbanos, degradar el paisaje urbano y contribuir a un ambiente propicio para la delincuencia.