Desde Sameep instan a cuidar el recurso, a causa de la baja en los niveles de la cuenca del Paraná que comprometen los niveles de presión en el servicio de agua potable.
Una notable disminución en el nivel del río Paraná está causando una considerable baja en la presión del agua potable en la región, una situación que, según expertos, podría extenderse por varios meses debido a las condiciones climáticas adversas y la gestión de recursos hídricos en países vecinos.
El ingeniero Hugo Rohrmann, en diálogo con N9, explicó que el principal factor detrás de esta problemática es la altura cada vez más reducida del río, actualmente en torno a los 2 metros en la zona de Barranqueras, un nivel considerado bajo para las operaciones normales de captación de agua.
«La causa directa es la poca liberación de agua de las represas situadas en el curso superior del Paraná, particularmente desde Itaipú hacia arriba, donde más de 60 embalses están reteniendo agua para asegurar la generación de energía durante la temporada seca, que comienza ahora y se extiende hasta septiembre», explicó Rohrmann.
Esta situación se ve agravada por las precipitaciones que, si bien en áreas cercanas a Iguazú e Itaipú se esperan normales o superiores a lo normal, en el resto de la cuenca del Paraná se mantienen por debajo de los promedios habituales. «Esta combinación de factores implica que, aunque la gestión de las represas pueda ofrecer cierto alivio en los próximos meses, es improbable que veamos una normalización completa del nivel del río a corto plazo«, añadió.
Ante este escenario, Rohrmann hizo un llamado a la ciudadanía a adoptar medidas de conservación del agua. «Es esencial que todos tomemos conciencia del uso del agua potable, evitando desperdicios innecesarios como lavar autos o veredas con agua potable. Alternativas como la recolección de agua de lluvia para estos usos pueden marcar una diferencia significativa», señaló.
El ingeniero también recordó que el cuidado del agua no solo es una cuestión de necesidad inmediata sino una responsabilidad permanente de los ciudadanos, especialmente considerando que cualquier ahorro contribuye a aliviar la presión sobre el sistema de potabilización y distribución.
La empresa Sameep, responsable del tratamiento y distribución de agua en la zona, ha emitido comunicados sugiriendo que la situación podría mejorar si se registran lluvias sustanciales en las áreas afectadas en Brasil, aunque la probabilidad de que esto ocurra en el corto plazo sigue siendo incierta.
