En medio de la creciente preocupación por la inflación en Argentina, el Gobierno Nacional ha anunciado el lanzamiento del programa Precios Justos Barriales. Este programa busca garantizar que los productos de primera necesidad estén disponibles en los comercios de cercanía de los barrios. Sin embargo, surgen dudas sobre su implementación y efectividad.
Según Patricia Lezcano, representante del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), la inflación es actualmente la principal preocupación de las familias argentinas. Lezcano destaca que el programa de Precios Justos, del cual se deriva esta iniciativa, no ha logrado cumplir con sus objetivos de establecer precios de referencia para los productos de la canasta básica. Además, se plantean interrogantes sobre la duración del programa, que está programado para 45 días, aproximadamente, desde junio hasta julio, lo cual parece ser un tiempo muy acotado para que la iniciativa se implemente de manera efectiva en todo el país.
La logística y distribución de los productos también plantean un desafío. Aunque en los grandes supermercados es posible controlar más fácilmente la disponibilidad de los productos, en los comercios barriales, como kioscos, mercaditos y almacenes, el control se vuelve más complejo. Lezcano señala que estos negocios dependen de proveedores mayoristas, y si los productos no llegan a tiempo, es difícil que puedan abastecerse y ofrecer los precios justos a los consumidores.
La falta de cumplimiento efectivo de programas similares en el pasado genera escepticismo en cuanto a la viabilidad y el impacto real de esta nueva propuesta. La disponibilidad y el abastecimiento adecuado de los productos, así como la existencia de un precio de referencia, son aspectos fundamentales para que el programa pueda tener éxito y brindar beneficios reales a los consumidores.
Además, la situación actual no ofrece buenas perspectivas en términos de inflación. Los primeros indicios del índice barrial de precios, elaborados por la Isepci y correspondientes al mes de mayo no son alentadores, con altos incrementos en productos como frutas, verduras y azúcar. Estimaciones privadas sugieren además que la inflación para el mes de mayo podría oscilar entre el 8,5% y el 9%.
